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sábado, 14 de enero de 2012

¿Imposible o Improbable?

Sabía que esto terminaría por pasar, pasarías de ser "ese divertimento de vez en cuando" a ser esas ganas constantes de saber de ti, de verte, de besarte, de tenerte... Y efectivamente, ha pasado. Ahora no dejo de pensar en ti, miro el móvil constantemente por si te has acordado de mi, de lo que tenemos, y has decidido escribirme. Normalmente eso no pasa, así que me prometo a mi misma no ser yo quien lo haga, no demostrar que realmente me importas, que me encantaría decirte lo mucho que me gustas, las ganas que tengo de verte o lo mucho que te he echado de menos.
Pero no lo hago, me traiciono a mi misma reclamando tu atención, pidiéndote que me hagas un hueco, echándote en cara que me niegues en público, odiándote por no quererme como yo te quiero a ti... Tú y tu absurda manía de no discutir, de no decirme que es eso que pasa por tu cabeza, simplemente asentir y esperar a que se pase mi cabreo y entonces me derrumbo, me doy cuenta de que no soy quien para pedirte explicaciones, que no tenemos nada tan sólido como para reclamarte nada, ¿o si? También soy yo quien está ahí cuando ella esta con otro, quien te entretiene en el autobus, en el tren, en el trabajo; soy yo quien te excita por las noches, vamos, reconocelo, soy la única que te descoloca y te hace perder los papeles en tu mundo cronometrado y controlado al minuto... 
Yo no tenia pensado que nada de esto pasara, tu me buscaste, me provocaste, te gusto lo que viste en mi, esa niña aparentemente inocente que esconde un punto picante que tanto te gusta. 
Todo esto es una locura, pero improbable no es imposible,no en nuestro vocabulario, así que te espero esta noche, como todas y cada una.



"La Real Academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser, o suceder. Y define improbable como algo inverosímil, que no se funda en una razón prudente.


Puestos a escoger, a mi me gusta más la improbabilidad, que la imposibilidad. Como a todo el mundo, supongo. La improbabilidad duele menos, y deja un resquicio a la esperanza, a la épica. 


Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió.


 Un afroamericano habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió.


 Que los Barón Rojo volvieran a tocar juntos era improbable, pero también sucedió.


 Nadal desbancando del número uno a Federer.


 Una periodista convertida en princesa.


 El 12-1 contra Malta.


El amor, las relaciones, los sentimientos, no se fundan en una razón prudente. Por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables. Porque lo improbable es, por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo."

1 comentario:

  1. me gusta, creo que estoy en una situación similar a la tuya y la has descrito muy bien.

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